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21 h Parking del Passeig Marimon Asprer: Hoguera, cena popular, pirotecnia y concierto

La noche de San Juan es una noche mágica. Es el momento en que despedimos a la primavera y damos la bienvenida al verano. En el Empordà, como en el resto de Cataluña, la verbena de Sant Juan (revetlla de Sant Joan en catalán) es parte de nuestro patrimonio festivo. En cada municipio nos reunimos con familiares y amigos en torno a hogueras, siguiendo unos ritos ancestrales probablemente de origen pagano. En muchos otros países también se celebra la noche más corta del año con el fuego como protagonista. Este elemento purificador se acompaña con música y bailes hasta la madrugada, mucha pirotencia y -en el caso de Cataluña- con la tradicional coca de Sant Joan, elaborada con masa de pan dulce, crema pastelera y frutas confitadas. Degustar un trozo de coca en torno a una hoguera es toda una experiencia. Pero todavía lo es más si sumas a la fiesta la llegada de la célebre Flama del Canigó (llama del Canigó), que tiene lugar en muchas poblaciones, entre ellas la Bisbal. Se trata de una tradición emblemática para los catalanes, inspirada en un poema épico de Jacint Verdaguer. Desde 1955, la Flama del Canigó une los Países Catalanes a través del fuego. Las hogueras de San Juan se encienden con el mismo fuego que anteriormente se ha encendido en la cumbre de la montaña del Canigó, a 2784 metros de altura. Los portadores voluntarios se relevan para repartir la llama por todas las comarcas de Cataluña, como una forma de transmitir un mensaje simbólico de pervivencia y vitalidad de la cultura catalana. En la verbena popular de la Bisbal, te lo pasarás en grande. Además de los elementos tradicionales de todas la fiestas de San Juan, en la Bisbal contamos con la participación de los diablos del Correfoc, que garantizan que el fuego sea más protagonista que en otras poblaciones.